Cuando la gente escribe que debería «transformar su empresa», lo que quiere decir es: Debes digitalizar tu negocio para seguir siendo competitivo y satisfacer las expectativas de tus usuarios. Sin embargo, eso no es una transformación. Es el cambio.
Según el Diccionario de Cambridge, una transformación es ‘un cambio completo en la apariencia o el carácter de algo o alguien’ ─ una metamorfosis. Lo más distintivo de esta definición es la palabra «completo». ¿Qué implica esto?
Si un proceso empresarial, o lo que el proceso pretende conseguir, no cambia por completo la apariencia o el carácter de la empresa, no es una transformación.
Metamorfosis
A menudo se utiliza la metamorfosis de una oruga en mariposa como analogía de un auténtico proceso de transformación. Los pasos de la transformación son comúnmente conocidos: una mariposa pone un huevo del que nace una larva. La larva se convierte en pupa o crisálida de la que emerge la mariposa. La mariposa pone sus huevos, y así sucesivamente, repitiéndose el ciclo.
Sin embargo, lo que la mayoría de la gente no sabe es que antes de que la oruga se convierta en pupa (crisálida) ya ha mudado la piel cinco (¡!) veces. Esto se debe a que el exoesqueleto de la oruga no crece con su cuerpo. Así que tiene que mudarse, de forma similar a como una serpiente muda su piel. En otras palabras, antes de que la oruga se transforme, su cuerpo ya ha sufrido una serie de cambios, adaptando la piel a su nuevo nivel de crecimiento.
De forma similar, las empresas experimentan varios cambios a lo largo de su vida. Por ejemplo, su estructura organizativa o sus instalaciones de alojamiento pueden tener que cambiar a raíz de una fusión, o debido al éxito de su introducción en el mercado, lo que conlleva un aumento del número de empleados.
Tras el quinto cambio de piel, la oruga está lista para madurar. Para pasar de una forma juvenil a una adulta, necesita someterse a una metamorfosis para convertirse en una criatura totalmente distinta. Como la mayoría de los insectos transformadores, este estado disímil permite al adulto prosperar sin necesidad de competir por el hábitat o el alimento con un juvenil de la misma especie.
Cuando una empresa se transforma con éxito, haciendo que el nuevo modo de funcionamiento prospere de una forma completamente nueva, atrae a los que se quedan atrás para que sigan su ejemplo. Sin embargo, cuando la demanda del mercado permanece inalterada, también proporciona a los rezagados más margen de maniobra. Las lecciones evolutivas de los insectos nos enseñan que necesitamos transformarnos completamente, preferiblemente a un estado distinto, para evitar la destrucción mutua.
El cambio dentro de la crisálida es lento y gradual. El cuerpo de la oruga se digiere desde dentro hacia fuera. El cuerpo antiguo se descompone en células imaginales, pero no se destruyen todos los tejidos. Algunos tejidos viejos pasan al nuevo cuerpo del insecto.
Una transformación empresarial no significa que todos los aspectos del funcionamiento de la empresa tengan que cambiar por completo: algunos de los componentes antiguos pueden reutilizarse o reconfigurarse.
Es importante darse cuenta de estas diferencias fundamentales entre el cambio y un proceso de transformación completo: mientras que un proceso de transformación conduce a una nueva criatura, a menudo tras una crisis o un impulso, el cambio no es más que una versión actualizada de uno mismo.
Cuando Netflix decidió transmitir vídeos por Internet para sustituir su negocio de alquiler de DVD, decidió retirarse de un espacio competitivo y entrar en otro, dejando atrás parte de su base de clientes mientras esperaba encontrar nuevos.
Tarde o temprano, todas las empresas deben adoptar herramientas digitales y adaptar su modelo de negocio al hemisferio digital. Pero hasta que lo haga, asegúrese de saber exactamente qué es lo que pretende conseguir: ¿Quiere mejorar el funcionamiento habitual o redefinir la esencia o el aspecto de su empresa?
Lo digital se está convirtiendo rápidamente en la nueva normalidad, pero la adopción de herramientas digitales no cambia fundamentalmente la apariencia o el carácter de la empresa y, por tanto, no la transforma.
Cuidado: Una verdadera transformación exige un enfoque integral, sin vuelta atrás. Una mariposa no puede volver a convertirse en oruga: su transformación es irrevocable. Y no olvides que todo el mundo debe estar bien informadopara evitar un fracaso potencialmente perjudicial.