En el panorama sanitario actual, la prevalencia de enfermedades complejas y crónicas va en aumento, lo que supone un reto de enormes proporciones tanto para los profesionales médicos como para los pacientes. Dado que las personas a menudo luchan contra múltiples afecciones simultáneamente, la necesidad de un enfoque cohesivo e integrado de la atención sanitaria nunca ha sido tan evidente. Sin embargo, la siloización persistente dentro de nuestros sistemas sanitarios conduce con frecuencia a una atención desarticulada que puede comprometer la seguridad y los resultados de los pacientes.
La Harvard Business Review señala una tendencia común en el lugar de trabajo a dar prioridad a las relaciones verticales entre los empleados y sus supervisores y viceversa. La misma fuente destaca que las organizaciones que fomentan la colaboración horizontal, o la comunicación entre iguales e interdepartamental, tienden a ver mejorada la fidelidad de los clientes y aumentados los márgenes de beneficio. Este principio también es válido en la sanidad. La mejora de la comunicación horizontal entre los profesionales sanitarios y entre departamentos puede mejorar significativamente los resultados de los pacientes y allanar el camino hacia una eficiencia económica sustancial.
Los riesgos de una asistencia sanitaria en silos
Una de las consecuencias más perjudiciales de la asistencia sanitaria en silos es la comunicación ineficaz entre las distintas especialidades médicas. Esta fragmentación puede dar lugar a la prescripción de medicamentos que pueden ser beneficiosos para tratar una afección pero perjudiciales para otra. Por ejemplo, un medicamento que ayuda a controlar el azúcar en sangre en la diabetes podría exacerbar los síntomas de la insuficiencia cardiaca, una cuestión crítica si la cardiología y la endocrinología no se comunican.
Además, cada especialista al que consulta un paciente suele concentrarse en su campo específico, pasando por alto con frecuencia la salud general del paciente. Este enfoque centrado puede pasar por alto interacciones cruciales entre diversas afecciones, lo que da lugar a planes de tratamiento y resultados del paciente subóptimos.
Con frecuencia, los médicos generalistas se ven obligados a remitir a los pacientes con enfermedades crónicas a los especialistas, por falta de tiempo para sintetizar y evaluar a fondo todos los datos médicos. Este escenario contribuye invariablemente al problema generalizado del síndrome del silo funcional en la atención sanitaria.
En Estados Unidos, el 50% de los médicos experimentan síntomas de agotamiento como depresión, agotamiento y sensación de fracaso, lo que disminuye aún más la calidad de la atención prestada. Además, una encuesta realizada a más de 1.000 médicos indica que el 60% desea pasar más tiempo con sus pacientes. Sin embargo, las presiones económicas de la atención primaria se traducen en agendas cada vez más apretadas y citas más cortas, lo que complica este deseo.
El coste económico y humano
Las implicaciones económicas de la asistencia sanitaria en silos son asombrosas. Una coordinación asistencial ineficaz provoca la duplicación de pruebas, procedimientos innecesarios y un aumento de los ingresos y reingresos hospitalarios. Esto eleva los costes sanitarios y supone un estrés adicional para los pacientes, lo que puede conducir a peores resultados de salud.
Una iniciativa notable en Boston -un programa de atención coordinada para la enfermedad renal terminal (insuficiencia renal) que implica a unidades de diálisis, hospitales, proveedores de atención primaria y otras partes interesadas- ha demostrado ser muy rentable, ahorrando el doble de lo que cuesta su funcionamiento. Además, el programa ha mejorado notablemente los resultados de los pacientes, reduciendo los ingresos hospitalarios en una media de cinco al año para los de la categoría de alto riesgo.
Un llamamiento a la atención colaborativa
Para combatir estos problemas, debemos fomentar un entorno sanitario en el que la colaboración interdisciplinar sea la norma, no la excepción. Hay que animar y facilitar que los profesionales sanitarios compartan información y perspectivas, creando una visión holística de la salud del paciente. Este enfoque mejora la precisión de los diagnósticos, la eficacia de los planes de tratamiento y la seguridad de los pacientes.
Para apoyar la atención colaborativa, un artículo de Kam Reams y Alan Little detalla cómo las barreras basadas en silos promueven la atención episódica en lugar de la holística, obstaculizan la colaboración entre proveedores y hacen un mal uso de las historias clínicas electrónicas (HCE). Sugiere mejorar la comunicación en todo el espectro sanitario y optimizar las tecnologías sanitarias como las HCE y los intercambios de información sanitaria. Se prevé que el movimiento hacia un sistema sanitario reformado adopte nuevos modelos de prestación de cuidados y de pago que hagan hincapié en la atención preventiva y la colaboración de alto nivel, aprovechando las tecnologías avanzadas para desmantelar el marco existente basado en silos y alcanzar los objetivos del Triple Objetivo.
Soluciones tecnológicas y conexiones humanas
Invertir en tecnologías de la información sanitaria integradas es crucial. Estos sistemas deben estar diseñados para compartir sin problemas los datos de los pacientes entre los distintos proveedores de asistencia sanitaria, garantizando que todos los miembros de un equipo de atención al paciente, independientemente de su especialidad, tengan acceso a información completa y actualizada sobre el paciente.
Además, debemos cultivar una cultura en la atención sanitaria que valore y dé prioridad a la atención integral del paciente. Esto implica un desarrollo profesional continuo e incluso podría incluir la rotación de los médicos por distintas especialidades, como están empezando a explorar algunos sistemas sanitarios progresistas.
Únase a la conversación
Nos encontramos en una coyuntura crítica en la atención sanitaria. A medida que seguimos navegando por las complejidades de la medicina moderna, es imperativo que rompamos los silos que impiden una atención eficaz. Sus opiniones y experiencias son vitales mientras debatimos cómo alcanzar estos objetivos. Únase a nosotros en esta conversación crucial para remodelar la asistencia sanitaria y convertirla en un sistema más integrado, eficaz y compasivo para todos.