Tenemos el honor de presentar a nuestro nominado para el primer Grandmaster of Business Award™, 2021. Pero antes de presentar a nuestro aclamado nominado, nos gustaría explicar algo más sobre el Grandmaster of Business™, el Premio y su condecoración.
La demanda de los Grandmasters of Business™
Tanto los especialistas como los empresarios están familiarizados con las ventajas de ser expertos en un campo concreto. Pero, ¿qué pasa con las personas con amplitud de miras?
El profesor de Harvard Vikram Mansharami escribió: «Amenudo se tacha a las personas de mentalidad amplia de aficionados sin aportar valor empresarial«. Sin embargo, según Heidi Gardner, de Harvard:
«A medida que la innovación pivota cada vez más sobre la cooperación interdisciplinar, la digitalización transforma los negocios a un ritmo vertiginoso y la globalización exige cada vez más que las personas trabajen más allá de las fronteras nacionales, la demanda de ejecutivos capaces de liderar proyectos en las interfaces no deja de aumentar.»
De hecho, ¿cómo puede un especialista dirigir proyectos a través de las interfaces disciplinarias mientras lleva anteojeras funcionales? Upton Beall Sinclair Jr.: » No puedes hacer que alguien entienda algo si su sueldo depende de que no lo entienda».
Tenemos que volver atrás para entender nuestro amorío con la profundidad y el rechazo de la amplitud.
Antes de la Revolución Industrial, la mayoría de las empresas eran relativamente pequeñas. Con frecuencia, los propietarios trabajaban junto a los empleados y dirigían de cerca el trabajo. Tras la Revolución Industrial, los trabajadores asumieron el control del proceso de trabajo y sólo trabajaban lo justo para evitar ser despedidos. Los empresarios buscaban desesperadamente formas de aumentar la productividad de los trabajadores.
A principios del siglo XX, personas como Frederick W. Taylor, Frank y Lillian Gilbreth y Henry Gantt introdujeron el método de gestión científica. Fue una evolución del trabajo que impulsó la productividad de los trabajadores mediante análisis científicos.
Este proceso de análisis del trabajo(griego: análisis, literalmente «romper, soltar, liberar»), que se produjo a expensas de los artesanos (los generalistas), condujo a una disociación funcional de todo el proceso de trabajo. Se responsabilizó a grupos de especialistas, conocidos como equipos, de una pequeña parte de las actividades.
En 1979, Michael Porter introdujo la teoría de la cadena de valor para vincular estas actividades entre sí, al tiempo que diferenciaba entre actividades primarias (de primera línea) y secundarias (de apoyo a la primera línea).
La dirección supervisaba a los equipos en función de su rendimiento. Como un equipo dependía del otro, los empleados empezaron a culparse mutuamente de los malos resultados. Algunas unidades incluso percibían a otras como competidoras, lo que creaba más distancia entre los equipos y conducía a las operaciones en silos que vemos hoy en día.
Por ello, creemos que la analogía de Porter de una cadena enlazada no era realista. La mayoría de las veces, el proceso global es una sarta de cuentas, unidas por un frágil cordel. Mientras la dirección mantenga la cuerda lo suficientemente tensa, podría producirse la comunicación entre las cuentas, pero en algunos casos puede ser necesario un tambor selvático. ¿Recuerdas el walky-talky casero con un trozo de cuerda y dos tazas?
Como tal, casi se acepta como norma que el último latido no tenga ni idea de lo que hace la primera cuenta o por qué ─ Chinese whispers no es solo un popular juego infantil. Evidentemente, esta no es una forma ideal de cooperación si planea crear experiencias de cliente fluidas o necesita prepararse para un cambio rápido.
Caracterización de los grandes maestros de los negocios™.
Vikram Mansharami escribió: «El rápido avance de la tecnología, combinado con una mayor incertidumbre, está haciendo que la lógica profesional más importante del pasado resulte contraproducente de cara al futuro. Para decirlo sin rodeos, el mundo ha cambiado, pero nuestra filosofía en torno al desarrollo de competencias no. La complejidad dinámica actual exige capacidad para prosperar en situaciones ambiguas y mal definidas, un contexto que genera ansiedad a la mayoría porque siempre se ha sentido más seguro generalizar. Pero, como dice el típico descargo de responsabilidad de los fondos de inversión, las rentabilidades pasadas no garantizan las futuras. Es hora de replantearnos nuestra historia de amor con la profundidad. El péndulo entre profundidad y amplitud ha oscilado demasiado a favor de la profundidad».
En consecuencia, el Grandmaster of Business™ necesita:
- Poder alejar la imagen y prestar más atención al contexto a la hora de tomar decisiones.
- Ser capaces de pensar más grande y más ampliamente de lo que tradicionalmente hemos hecho.
- Ser capaz de sintetizar problemas, considerando así tanto el contexto como el significado del problema, como parte de un sistema más amplio.
- Ser capaz de estudiar las interconexiones entre sectores e imaginar cómo los cambios en un ámbito pueden perturbar las operaciones en el otro.
- Ser capaz de ajustar el curso de la acción a medida que evoluciona la situación.
- Tener una capacidad cognitiva general por encima de los conocimientos relacionados con la función (tener una experiencia profunda).
- Haber obtenido una diversidad de experiencias geográficas y funcionales.
- Tener una gran capacidad analítica, incluidas aptitudes estadísticas y razonamiento crítico.
- Acepte ser divergente.
Vikram añadió: «La única certeza sobre el futuro es que será incierto. El rápido avance de la inteligencia artificial y la innovación tecnológica han mercantilizado la información. La habilidad de generar puntos está perdiendo valor. La habilidad clave del futuro no es exactamente una habilidad; es un enfoque, una filosofía y una forma de pensar, y es fundamental que la adoptes en cuanto puedas.»
Premio al Gran Maestro de los Negocios™.
Aunque formamos a personas para que se conviertan en Grandmaster of Business™, algunos individuos han obtenido su profundidad de experiencia y amplitud de perspectiva a lo largo de sus carreras. Son maestros por derecho propio. Suelen pasar de los 50 años, son más observadores, tienen un mayor sentido de la conciencia y se elevan por encima de los delirios superficiales del día en busca de reflexión.
Queríamos un símbolo que caracterizara a una persona tan extraordinaria. Esto nos llevó a la mitología griega y, en particular, a un centauro llamado Quirón.
Quirón fue quizá el mayor centauro de la mitología griega clásica. Fue abandonado por sus padres, Zeus y Filira, pero rescatado por un pastor que lo llevó ante el dios del Sol Apolo, con quien pasó por varios ritos de iniciación y aprendió medicina, música y otras habilidades. Quirón se convirtió en un hábil sanador y maestro que enseñó a Aquiles, Asclepio, Hércules, Jasón y otros héroes.
Simbólico de su posición en el Sistema Solar entre Saturno y Urano, Quirón también se considera un puente entre las estructuras convencionales y las revolucionarias. Podemos verlo en la raíz griega «cheir» (que significa mano) del nombre, que comparte con la profesión quiropráctica, que tiene elementos de la práctica médica convencional combinados con enfoques más alternativos u holísticos de la salud y la curación. También podemos reconocer este tema de la integración de dos mundos a través del simbolismo del Centauro, mitad humano y mitad animal.
Gráficamente, Quirón se muestra como el glifo de una «llave» que algunos asocian con la trascendencia y con ir más allá de los límites de la realidad tridimensional hacia niveles superiores de conciencia, fusionando el cielo y la tierra. Al igual que el tamaño relativamente pequeño de Quirón como cuerpo celeste situado más allá de los límites de lo que se puede ver a simple vista, también puede describir cosas invisibles o que parecen insignificantes pero que, en realidad, son bastante poderosas. Quirón parece representar algo más allá de nuestra comprensión ordinaria o mundana que trasciende y sintetiza lo que vino antes con el potencial del futuro.
Nuestro candidato al Premio Gran Maestro de los Negocios 2021
No fue difícil identificar a nuestro primer candidato. Tenemos el privilegio de trabajar junto a nuestro nominado como parte del «equipo del sello» de una consultoría boutique de marketing y gestión.
Nuestro estimado nominado es: Jay Abraham.
Jay Abraham es conocido como el hombre de los 21.700 millones de dólares y el consultor de marketing mejor pagado del mundo. Jay es el mentor de los mentores y tiene un historial difícil de superar por nadie.
Jay ha mejorado los resultados de más de 10.000 clientes en más de 400 sectores de todo el mundo. Según Tony Robbins, Jay Abraham es el consultor de marketing de referencia, mientras que Jay ha influido en muchos grandes consultores de marketing. Daymond John, conocido por Shark Tank, dice que debe gran parte de su carrera a Jay Abraham. Forbes lo llamó «The Real Thing» y catalogó a Jay como uno de los 5 mejores entrenadores ejecutivos del país. La lista es interminable.
Actualmente estamos preparando los ornamentos asociados a la candidatura.
